Un grupo de investigación con base en el Reino Unido ha probado una nueva aplicación del grafeno, en forma de óxido de grafeno (mucho más barato y fácil de fabricar) para crear un filtro desalinizador. La IDEA es muy sencilla: CREAMOS UNA MEMBRANA CON AGUJEROS MUY PEQUEÑITOS: LA MOLÉCULA DE AGUA PASA, LA DE SAL NO. (Click en la foto para leer mas)